El amor transmitido

Las manos que tejen historias: Un encuentro mágico en Sant Joan les Fonts

Hay tardes que se graban en el alma, y la que vivimos hace poco en Sant Joan les Fonts fue, sin duda, una de ellas. Nos reunimos con un grupo de nuestras queridas abuelas para una sesión de ganchillo, con el objetivo de crear parches para ropa, pero lo que realmente tejimos fueron lazos, recuerdos y sonrisas.

Estas mujeres son mucho más que tejedoras; son guardianas de una sabiduría ancestral, de una paciencia infinita y de una alegría contagiosa. Ver sus manos moverse con tal soltura, creando belleza con cada puntada, es un verdadero espectáculo. Cada hebra de lana que pasaba por sus dedos parecía llevar consigo el peso de años de experiencia, de superación y de amor incondicional.

Nos enseñaron la técnica, sí, pero también nos regalaron mucho más. Nos hablaron de sus vidas, de cómo el ganchillo ha sido un compañero fiel en momentos de alegría y de tristeza, una forma de expresar su creatividad y de cuidar de los suyos. Nos recordaron el valor de lo artesanal, de lo hecho a mano, de la dedicación que se pone en cada detalle.

Los parches que creamos esa tarde son bonitos, por supuesto, pero el verdadero tesoro es el recuerdo de las risas compartidas, de los consejos recibidos y de la conexión tan pura que se generó. Es un privilegio poder aprender de estas mujeres, de su fuerza, de su ingenio y de esa generosidad que las hace únicas.

En un mundo cada vez más rápido, momentos como este nos recuerdan la importancia de parar, de escuchar, de valorar las pequeñas cosas y de honrar a quienes nos han enseñado tanto. ¡Gracias, tejedoras de Sant Joan les Fonts, por tejer con nosotros no solo parches, sino también un trozo de vuestro corazón!